El clásico zombi de George A. Romero que desató la fiebre por los muertos vivientes es comentado por Adrián Esbilla en un artículo extenso montado por Miguel Díaz. Ahí encontraran influencias, el contexto en el que se enmarca la película y un análisis de la misma. Mi participación consiste en comentar la infame «Edición 30 Aniversario» perpetrada por el guionista John A. Russo y Bill Hinzmann. En ella, y aprovechando la falta de derechos de la película, rodaron escenas adicionales que en teoría no pudieron rodar por falta de medios pero en la práctica se rodaron para exprimir el filón zombi. Quizás su único valor sirviera para redescubrir a las nuevas generaciones una gran película. Puede leer el artículo aquí.
Archivos Mensuales: marzo 2013
«Jaque Al Asesino» (Knight Moves, Carl Schenkel, 1992)
Para cuando el bueno de Christopher Lambert comenzó a rodar la cinta que nos ocupa, su carrera andaba bastante maltrecha tras fracasos como El Siciliano, Conspiración Para Matar a un Cura o Los Inmortales II: El Desafío. Así que a Lambert se le enciende la bombilla y piensa en producir e interpretar una de suspense y asesinos en serie en una época propicia para ello (principios de los 90, cuando Hannibal Lecter mandaba en las taquillas). Llevando consigo a su esposa por aquel entonces Diane Lane y fichando al resultón artesano de thrillers Carl Schenkel para mover la cámara, Lambert se apuntó un éxito moderado en Europa pero no así en USA, donde a excepción de Greystoke nunca terminó de triunfar.
Empecemos diciendo que lo mejor de Jaque al Asesino es ese delicioso prólogo over the top en blanco y negro expresionista acompañado por los sintetizadores de la gran Anne Dudley donde vemos el origen del psychokiller en cuestión con infancia terrible y que será el encargado ya de adulto de jugar una muy peculiar partida de ajedrez con el ajedrecista Lambert en la que en vez de peones utilizará a chicas de buen ver, las cuales asesinará y «dejará arregladas» de la misma manera: la de su madre cuando se cortó las venas borracha en su cama. Schenkel debió de llevarse al lugar de rodaje un buen puñado de giallos italianos, porque se nota la influencia de estos en detalles como el de ver sólo los guantes negros del asesino o el utilizar pistas y sospechosos falsos. Aunque lo que no utilizó es la fotografía colorista y chillona de estos, sino oscura y tenebrista como buen centroeuropeo que era, con la ayuda del operador Dietrich Lohmann. Quien brilla en el reparto sin mucho esfuerzo es Lane, como siempre robaescenas y atractiva y que seguro que se lo pasó muy bien rodando la escena de cama con su marido por aquel entonces. Lambert y Tom Skerritt como detective cumplen sin más…y nos queda el rey de la función. Ni más ni menos que Daniel Baldwin, encarnando aquí al detective berzotas que la tiene jurada con Lambert y que nos regala más de un momento glorioso, como cuando empotra contra un cristal a Lambert y lo apunta con una pistola ante los gritos del estrábico francés. Huelga decir que su expresión atontolinada (por requisitos del guión) es la misma durante todo el metraje, que no es poco con su climax alargado en una noche de tormenta muy de «manual de tópicos de guionista novato«.
Lástima que, sin que pasen muchos minutos de película, uno se huela quien es el asesino. Pecata minuta para un divertido thriller que Schenkel no debió tomarse muy en serio. Y Lambert puede que tampoco del todo, a juzgar por lo mucho que usa su arma favorita de interpretación: Esa sonrisa entre amable e irónica que crea complicidad entre los que nos cae bien.
«Kinjite, Prohibido en Occidente» (J. Lee Thompson, Charles Bronson) para Ultramundo
De no ser por una serie de detalles muy políticamente incorrectos tanto en el devenir de la trama como en los comportamientos del personaje ultraconservador interpretado por un Charles Bronson aplicando su propia versión de la justicia, Kinjite, Prohibido en Occidente habría sido una cinta anodina. Un título que además supuso el final de muchas cosas en la biografía de Bronson. Si quieren leer más, vayan aquí.
Making of «Depredador» (John McTiernan) para Ultramundo
Tienen a su disposición un megartículo sobre la icónica Depredador escrito por tres personas: Daniel Rodríguez se encarga de la crítica y curiosidades, Miguel Díaz de la introducción, evolución Yautja y edición del artículo y a mi me corresponde el «así se hizo» y curiosidades adicionales. Leanlo con calma aquí.
Teatro de la Oscuridad 